El Muro
¿Para que sirve un muro?, puede servir para varias cosas. En la antigüedad servía para proteger a la ciudad que tenía dentro y evitar que los enemigos entraran fácilmente. Puede servir también para tapar lo que hay detrás, como las medianeras que tenemos en casa. Puede servir para encerrar y evitar que se pueda salir, como sucede con los muros de las cárceles. Puede servir para dividir, como sucedió con el famoso muro de Berlín o con la muralla china.
Para los israelitas de Jerusalén, sus murallas eran la garantía de su seguridad. En tiempos donde la violencia no tenía escrúpulos y la vida no tenía valor, la manera más segura de resguardar la integridad de un pueblo era mantener bien alto sus muros externos y vigilar las puertas de acceso. Se especializaban en diseñar muros seguros y firmes. Con eso, adentro, estaban tranquilos.
La necesidad de seguridad sigue estando presente en cada ser humano. No importa cual sea su cultura, o su nacionalidad cada persona desea sentirse seguro, cuidado y tranquilo. Hoy vivimos días complicados de violencia y descontrol. Te matan por un par de zapatillas y te roban sin descaro. Pero no tenemos murallas que nos protejan. Las armas de fuego terminaron por eliminar esa fuente de seguridad que los hombres de antes tenían y hoy los muros ya no tienen tanto sentido.
Sin embargo tenemos la misma necesidad de seguridad. Y parece que cada vez estamos peor. Los israelitas de Jerusalén sabían que sus muros eran poderosos y altos. Pero la seguridad que tenían no estaba solamente en las piedras exteriores. Estaba en el Dios que sostenía la ciudad y cuidaba la muralla. Está muy bien trabajar y esforzarnos en lograr las mejores medidas de seguridad que tengamos a nuestro alcance. Pero para lograr la paz en el alma y la tranquilidad interior, es imperioso confiar en Dios.
Él es la muralla absoluta, que brinda seguridad. Él es la fortaleza que sostiene y cuida. Dios es la fuente de tranquilidad, es paz para tu alma turbada, es cuidado para tu realidad insegura, es protección para el descontrol que reina, es poder para tu sensación de estar indefenso. Dios es tu muralla eterna. Y no cambia, ni se duerme, ni se distrae, ni se olvida. Dios siempre te protege.
REFLEXIÓN — Dios es tu muro.
Un gran abrazo y bendiciones
Dany