Avanzar
Me pasó Edu esta frase que me gustó mucho, y encierra una gran verdad: La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero sólo puede ser vivida mirando hacia adelante.
Somos personas con definición de espacio / tiempo. Vivimos en un lugar en un momento determinado. El contexto que nos rodea con condiciona pero no nos determina. Y es muy posible que tengamos una vida tranquila y sin inconvenientes. Tal vez estás contento con lo que tenés y lo podés disfrutar. Estás realizado como persona, tenés un buen pasar y seguís mejorando. Está bueno que lo disfrutes y valores porque no todos tienen la misma posibilidad.
De hecho, son los menos aquellos que pueden encasillarse en esa situación. Por lo general, nos toca transitar días difíciles, con dificultades, con inquietud, con angustia. Y es necesario separar dos conceptos importantes. Si esa situación complicada es consecuencia de una mala decisión, este concepto no aplica a tu vida. Nos confundimos seguido pensando que es una prueba de Dios tener que soportar las consecuencias de malas decisiones. Si me echan del trabajo porque llego siempre tarde, y no cumplo con mis responsabilidades no es una prueba de Dios. Es mi culpa por ser un mal trabajador.
Sin embargo, hay situaciones que no dependen de nosotros. Y aunque intentemos alcanzar un objetivo positivo, el éxito nos da vuelta la cara. Para esos días cuando no comprendemos por que nos pasa lo que nos pasa, cuando no hay respuestas del cielo, cuando las preguntas son demasiado dolorosas para repetirlas (como Job), ahí es cuando Dios aplica esta frase de Edu: La vida sólo puede ser comprendida mirando hacia atrás, pero sólo puede ser vivida mirando hacia adelante.
Si pudiéramos ver nuestra vida con la mirada eterna de Dios, en lugar de ver solamente nuestra situación en este espacio y en este tiempo, podríamos comprenderla mucho mejor. La alternativa que tenemos es mirar para atrás y aprender de nuestros errores. Pero es fundamental mirar para adelante. Solo así podremos seguir viviendo Cuando tenemos un objetivo alto y sublime. Mirando hacia atrás podemos ver el sacrificio de Jesús en la Cruz y así comprender el privilegio que tenemos de ser hijos de Dios.
Mirando hacia adelante, podemos vivir en la armonía de Dios.
REFLEXIÓN — Podés avanzas aún sin comprender.
Un gran abrazo y bendiciones
Dany
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