domingo 16 Enero 2011
II Domingo del Tiempo Ordinario A Santo(s) del día : San Berardo, Beatificación Juan Pablo II, Congregación para la Causas de los Santos
Ver el comentario abajo, o clic en el título San Cirilo de Alejandría : «Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo»
Libro de Isaías 49,3.5-6.
El me dijo: "Tú eres mi Servidor, Israel, por ti yo me glorificaré". Y ahora, ha hablado el Señor, el que me formó desde el seno materno para que yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. El dice: "Es demasiado poco que seas mi Servidor para restaurar a las tribus de Jacob y hacer volver a los sobrevivientes de Israel; yo te destino a ser la luz de las naciones, para que llegue mi salvación hasta los confines de la tierra".
Salmo 40,2.4.7-8.9.10.
Esperé confiadamente en el Señor: él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor. Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, temerán y confiarán en el Señor. Tú no quisiste víctima ni oblación; pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: "Aquí estoy. En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón". Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, tú lo sabes, Señor.
Carta I de San Pablo a los Corintios 1,1-3.
Pablo, llamado a ser Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Sóstenes, saludan a la Iglesia de Dios que reside en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser santos, junto con todos aquellos que en cualquier parte invocan el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, Señor de ellos y nuestro. Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Evangelio según San Juan 1,29-34.
Al día siguiente, Juan vio acercarse a Jesús y dijo: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. A él me refería, cuando dije: Después de mí viene un hombre que me precede, porque existía antes que yo. Yo no lo conocía, pero he venido a bautizar con agua para que él fuera manifestado a Israel". Y Juan dio este testimonio: "He visto al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y permanecer sobre él. Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo: 'Aquel sobre el que veas descender el Espíritu y permanecer sobre él, ese es el que bautiza en el Espíritu Santo'. Yo lo he visto y doy testimonio de que él es el Hijo de Dios".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Cirilo de Alejandría (380-444), obispo y doctor de la Iglesia Sobre Isaías, IV, 2
«Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo»
«¡Gritad, cielos, de júbilo, porque el Señor ha tenido misericordia con Israel... Porque el Señor ha rescatado a Jacob!» (Is 44,23 LXX). De este pasaje de Isaías, se puede fácilmente concluir que el perdón de los pecados, la conversión y redención de todos los hombres anunciadas por los profetas, por Cristo se cumplirán en los últimos días. Efectivamente, cuando Dios, el Señor se nos apareció, cuando hecho hombre vivió con los habitantes de la tierra, él, el verdadero Cordero que quita el pecado del mundo, la víctima totalmente pura, entonces ¡qué motivo de gozo para los poderes de lo alto y para los espíritus celestiales, para todos los órdenes de los santos ángeles! Cantaron, cantaron su nacimiento según la carne: «¡Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que ama el Señor!» (Lc 2,14).
Si es verdad, según la palabra del Señor –y es absolutamente verdad- que «hay alegría en el cielo por un solo pecador que se convierte» (Lc 15,7), ¿cómo dudar que hay gozo y alborozo en los espíritus del cielo, cuando Cristo lleva a toda la tierra el conocimiento de la verdad, llama a la conversión, justifica por la fe, y hace brillar de luz por la santificación? «Los cielos se gozan porque Dios ha tenido misericordia» y no sólo con el Israel según la carne sino con el Israel según el espíritu. «Los fundamentos de la tierra» es decir, los sagrados ministros de la predicación del Evangelio hacen «sonar la trompeta». Su voz espléndida ha llegado a todo el orbe; como trompetas sagradas ha resonado por todas partes. Han anunciado la gloria del Salvador a todos los lugares, han llamado al conocimiento de Cristo tanto a los judíos como a los paganos.
| |