LA OVEJA NÚMERO 100.
Señor, aquí me tienes soy la oveja número 100,
Perdón por ser desobediente y salirme de tu presencia.
¡Oh buen Pastor! Yo mismo me he alejado de ti,
y tu que tienes 99 contigo
¿ qué puedo valer yo que solo soy la números 100?
Pero tú me has buscado y mi corazón se llena de gozo al verte
Pienso que me regañarás y si lo haces lo tengo merecido
¡ oh pastor! ¿ qué haces? Me acaricias, me mimas y hasta
me cargas en tus hombros.
No entiendo tu forma de actuar hacia mí que soy la número 100,
Y en tu mirada encuentro la respuesta, veo que me amas.
Gracias y ahora porque me has encontrado me haces fiesta por mi regreso al redil.
Gracias pastor mío por curarme las heridas y por llevarme una vez más a tu presencia.