viernes 28 Enero 2011
Viernes de la III Semana del Tiempo Ordinario
Santo(s) del día : Santo Tomás de Aquino, San Julián
Ver el comentario abajo, o clic en el título San Cromacio de Aquilea : El grano de trigo que cae en tierra y muere, da mucho fruto (Jn 12,24).
Carta a los Hebreos 10,32-39.
Recuerden los primeros tiempos: apenas habían sido iluminados y ya tuvieron que soportar un rudo y doloroso combate, unas veces expuestos públicamente a injurias y atropellos, y otras, solidarizándose con los que eran tratados de esa manera. Ustedes compartieron entonces los sufrimientos de los que estaban en la cárcel y aceptaron con alegría que los despojaran de sus bienes, sabiendo que tenían una riqueza mejor y permanente. No pierdan entonces la confianza, a la que está reservada una gran recompensa. Ustedes necesitan constancia para cumplir la voluntad de Dios y entrar en posesión de la promesa. Porque todavía falta un poco, muy poco tiempo, y el que debe venir vendrá sin tardar. El justo vivirá por la fe, pero si se vuelve atrás, dejaré de amarlo. Nosotros no somos de los que se vuelven atrás para su perdición, sino que vivimos en la fe para preservar nuestra alma.
Salmo 37(36),3-4.5-6.23-24.39-40.
Confía en el Señor y practica el bien; habita en la tierra y vive tranquilo: que el Señor sea tu único deleite, y él colmará los deseos de tu corazón. Encomienda tu suerte al Señor, confía en él, y él hará su obra; hará brillar tu justicia como el sol y tu derecho, como la luz del mediodía. El Señor asegura los pasos del hombre en cuyo camino se complace: aunque caiga no quedará postrado, porque el Señor lo lleva de la mano. La salvación de los justos viene del Señor, él es su refugio en el momento del peligro; el Señor los ayuda y los libera, los salva porque confiaron en él.
Evangelio según San Marcos 4,26-34.
Y decía: "El Reino de Dios es como un hombre que echa la semilla en la tierra: sea que duerma o se levante, de noche y de día, la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra por sí misma produce primero un tallo, luego una espiga, y al fin grano abundante en la espiga. Cuando el fruto está a punto, él aplica en seguida la hoz, porque ha llegado el tiempo de la cosecha". También decía: "¿Con qué podríamos comparar el Reino de Dios? ¿Qué parábola nos servirá para representarlo? Se parece a un grano de mostaza. Cuando se la siembra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra, pero, una vez sembrada, crece y llega a ser la más grande de todas las hortalizas, y extiende tanto sus ramas que los pájaros del cielo se cobijan a su sombra". Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender. No les hablaba sino en parábolas, pero a sus propios discípulos, en privado, les explicaba todo.
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
San Cromacio de Aquilea (?-407), obispo Sermón 30, 2
El grano de trigo que cae en tierra y muere, da mucho fruto (Jn 12,24).
El Señor se comparó a sí mismo a un grano de mostaza: siendo Dios de gloria y majestad eterna, se hizo un niño muy pequeño, puesto que quiso nacer de una virgen tomando un cuerpo de niño. Lo pusieron en tierra cuando su cuerpo fue enterrado. Pero después de haberse enderezado de entre los muertos por su gloriosa resurrección, creció tanto en la tierra que llegó a ser un árbol en cuyas ramas habitan los pájaros del cielo.
Este árbol significa la Iglesia que la muerte de Cristo resucitó en gloria. Sus ramas sólo pueden significar a los apóstoles porque, igual que las ramas son el ornamento natural del árbol, así también los apóstoles, por la belleza de la gracia que han recibido, son el ornamento de la Iglesia de Cristo. Se sabe que sobre sus ramas habitan los pájaros del cielo. Alegóricamente, los pájaros del cielo somos nosotros que, llegando a la Iglesia de Cristo, descansamos sobre la enseñanza de los apóstoles, tal como los pájaros lo hacen sobre las ramas.
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