
DIOS CURA...
Dios cura todo. Dios no sólo sana los males físicos del cuerpo, sino también las heridas emocionales del corazón y la mente. Agradezco el amor curativo de Dios, que está en mi corazón en este mismo momento, purificante y retirando toda sensación de lesión o herida. A fin de ayudar a Dios en su ayuda, dejo de alimentar rencores. Estoy dispuesta a olvidar los resentimientos. Si recordara una ofensa pasada, me diré: "Esto ya ha causado suficiente sufrimiento. Ya no le haré un lugar en mi vida y en mis pensamientos. El amor de Dios me libera de esta experiencia y de su recuerdo". Luego lleno mi mente con las bendiciones que me pertenecen desde este momento en adelante. El amor de Dios cura todas las células de mi ser. Mi corazón se llena de agradecimiento por la paz y la serenidad que experimento. El amor de Dios me cura, estoy sana e íntegra.
Gra Baq

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