Una reflexión
Semejante a Dios.
María es la criatura más semejante a Dios que existe en el universo, porque por su fidelidad a la Voluntad divina, llegó a un grado de gracia insuperable. Por eso se dice que María está en los límites de la divinidad, es decir, que como criatura es lo más aproximado a Dios que se puede llegar a ser.
Pero hay más, porque si Dios, por naturaleza, es Omnipotente, Omnipresente y Omnisciente, es decir, que todo lo puede, que está en todas partes y que todo lo conoce, respectivamente; también María es omnipotente, omnipresente y omnisciente, aunque no por naturaleza como lo es Dios, pero sí por gracia. Es decir que María todo lo puede con su oración, y la Iglesia la llama la Omnipotencia Suplicante. María está en todas partes porque tiene un cuerpo glorioso que ya no está atado al tiempo ni al espacio; y también la Virgen conoce todo porque ve en Dios todo lo que quiere saber, pues está unida a Dios de una forma única e irrepetible.
Pensemos que María es la Obra Maestra del Altísimo, y que Él mismo está enamorado de Ella. Si Dios, que es la misma Belleza, y conoce muy bien qué es lo bello y qué es lo feo, está enamorado de María y prendado de su hermosura, ¡imaginémonos la belleza que tendrá la Virgen!
Confiémonos a Ella en la tierra, para verla un día en el Cielo y estar para siempre en su compañía.