Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros;
como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
Juan 13.34
Medicamento perfecto para lo físico y para el alma
El amor es la mejor medicina para las enfermedades del mundo, dijo Karl Menninger, una autoridad en el campo de la medicina y psiquiatría. Dijo a sus dirigidos: "La cosa más importante que usted puede ofrecer a un paciente es amor. Cuando las personas aprenden a dar y recibir amor, ellas si recobran de la mayor parte de sus enfermedades, tanto físicas como emocionales."
El mundo sería muy mejor si aprendiésemos a impartir amor. A los que están cansados de enfrentar chascos – necesitamos ofrecer amor. A los que perdieron la fe y caminan sin saber para donde ir -- necesitamos ofrecer amor. A los que ya perdieron todo y no tienen más nada en esta vida --necesitamos ofrecer amor. A los que solo acumularon derrotas en su caminata -- necesitamos ofrecer amor. A los que nos agreden, nos agravian, nos desaíran, nos tratan con indiferencia -- necesitamos ofrecer amor. A los que nos aman, que muestran un sonrisa para nosotros, que festejan grandes conquistas, que irradian dicha–también necesitamos ofrecer amor.
El amor aligera la soledad, suaviza los sufrimientos, estimula la esperanza, enciende a tan conocida luz en el fin del túnel. El amor hace levantar la cabeza, hace mover las piernas, hace extender las manos, hace brotar una sonrisa en un rostro inexpresivo.
El amor cura lo físico y el alma. ¡Lleva siempre ese medicamento contigo.
DIOS te ama
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