Encíclica "Haurietis Aquas"
SOBRE EL CULTO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
PIO XII
15 de mayo de 1956
Símbolo del Amor.
Nosotros hemos de adorar el Corazón de Jesús, porque es «el símbolo natural, el más expresivo, de aquel amor inagotable que nuestro Divino Redentor siente aun hoy hacia el género humano»
(Encíclica “Haurietis Aquas”)
Comentario:
Una sola palabra simplifica todo lo que es Dios y lo que Él hizo y hace por nosotros los hombres: AMOR.
Y justamente es por amor que Cristo se ha entregado en la Cruz, aún sabiendo que para muchos hombres su sacrificio no serviría para salvarlos.
En cada Misa se renueva el mismo sacrificio del Calvario y Jesús se vuelve a ofrecer al Padre por amor. Y su Corazón divino se entrega amorosamente por nosotros, aunque reciba desprecios y frialdades de la mayor parte de los hombres.
¡Cuánto ama el Corazón de Jesús! Se puede decir que Dios nos ha amado como a Sí mismo, es decir, infinitamente.
Resopla de odio Satanás, que ve que el hombre es la criatura predilecta de Dios, y que por él no ha escatimado en dejar el mismo Cielo para venir a morir a la tierra en medio de los más acervos tormentos.
Es justo que adoremos el Sagrado Corazón de Jesús, porque es la fuente del Amor de Dios, es el horno ardiente de caridad, que quiere incendiar todo el mundo. Nosotros debemos dejarnos encender por su fuego y a nuestra vez difundir ese fuego por toda la tierra. Y esa es la voluntad del Corazón de Jesús, pues Él, a pesar de sus enemigos, reinará.
Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío.
