La fe se fortalece por la Palabra de Dios 2012-01-02
Evangelio
Del santo Evangelio según san Juan 1, 19-28
Este es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: «¿Quién eres tú?».
Él reconoció y no negó quién era. El afirmó: «Yo no soy el Mesías». De nuevo le preguntaron: «¿Quién eres, pues?, ¿eres Elías?». Él les respondió: «No lo soy». «¿Eres el profeta?». Respondió: «No». Le dijeron: «Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?». Juan les contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: “Enderecen el camino del Señor”, como anunció el profeta Isaías».
Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: «Entonces ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?». Juan les respondió: «Yo bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias».
Esto sucedio en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba. Palabra del Señor.
Oración introductoria
Señor, ciertamente no soy digno de tu Amor, por eso te pido ilumines este tiempo de oración para que sepa poner a un lado todo aquello que me separe de Ti. Necesito de tu fortaleza y de tu guía para enderezar mi camino. Háblame Señor, te escucho.
Petición
Ayúdame Jesús a descubrir lo que tengo que cambiar para ser fiel a tu amor.
Meditación
La fe se fortalece por la Palabra de Dios
«La figura de san Juan Bautista, el cual, según una célebre profecía de Isaías, se retiró al desierto de Judea y, con su predicación, llamó al pueblo a convertirse para estar preparado para la inminente venida del Mesías. San Gregorio Magno comenta que el Bautista “predica la recta fe y las obras buenas... para que la fuerza de la gracia penetre, la luz de la verdad resplandezca, los caminos hacia Dios se enderecen y nazcan en el corazón pensamientos honestos tras la escucha de la Palabra que guía hacia el bien”. El Precursor de Jesús, situado entre la Antigua y la Nueva Alianza, es como una estrella que precede a la salida del Sol, de Cristo, es decir, de Aquel -según otra profecía de Isaías- sobre el cual “reposará el espíritu de Yahveh: espíritu de sabiduría e inteligencia, espíritu de consejo y fortaleza, espíritu de fortaleza y temor de Yahveh”[…] También nosotros estamos llamados a escuchar la voz de Dios, que resuena en el desierto del mundo a través de las Sagradas Escrituras, especialmente cuando se predican con la fuerza del Espíritu Santo. La fe, de hecho, se fortalece cuanto más se deja iluminar por la Palabra divina, por “todo cuanto -como nos recuerda el apóstol Pablo- fue escrito en el pasado... para enseñanza nuestra, para que con la paciencia y el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza”» (Benedicto XVI, 5 de diciembre de 2010).
Reflexión apostólica
«Al cristiano que vive conscientemente su fe y en coherencia con ella, el trabajo lo asocia a la obra redentora de Cristo, que dio al trabajo una dignidad eminente al someterse a su ley por amor a los hombres. Por ello, el Movimiento no duda en ofrecer también a sus miembros algunas orientaciones para la santificación de la vida profesional» (Manual del miembro del Movimiento Regnum Christi, n. 297).
Propósito
Procurar leer un pasaje del Evangelio todos los días.
Diálogo con Cristo
Necesito ser más humilde, Señor, para permanecer cerca de Ti, conociendo y haciendo vida tu Evangelio. Tú eres la única fuente de la santidad, nada puedo ni debo hacer al margen de tu voluntad. De nada me sirve la fama, ni los bienes, lo único que me debe importar es permanecer unido a tu gracia para poder realizar la misión que me has encomendado.
«Frente a la civilización del tener, en la que cada quien es valorado por lo que tiene y en donde cada uno aspira a tener más cosas, esfuércense por educarse para una civilización del ser»
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