Acude Madre
Rafael Ángel Marañón
Inmerso en la anarquía y en el vicio,
Creí vivir a salvo y descuidado,
Pero hizo el demonio malhadado
Que diera en el hondón del precipicio.
¿A quién acudiría si ya me ahogaba,
Estando tan exánime y cansado
Que hasta a Santa María había olvidado,
Y de su ayuda ya desesperaba?
¿Quien de mi desventura se apenaba?
¿Quién querría a un insano desdichado,
Que ciego en descarríos entregado,
Dejó a su tierna madre descuidada?
Por el torvo placer y el brillo humano
Sabiendo que en desgracia más me hundía,
Desdeñando el amparo de María,
Necio chapoteaba en el pantano.
Y ahora que quisiera ser hermano
Del hijo que el Señor formó en tu seno,
Aun sabiendo que es compasivo y bueno,
Tiemblo ante los rigores de su mano
Acude madre santa en mi socorro;
Que tu tierna bondad me relacione
Con tu hijo, para que me perdone,
Y me allane la vía que ya recorro.
Y sé que Jesucristo es nuestra vida;
Que todo bien procede de su amor
Más sé que de tus ruegos es oidor
Y en ti me sanará de mi caída.