Todo pasa, Señor y además pasa muy a prisa. Ni el mismo pecado me premite gozar, pues pasa muy pronto y me queda la amargura de haberte ofendido a tí y de haberme empobrecido yo mismo. El pecado me resta fuerzas para el bien. Hoy vengo a pedirte perdón una vez más. Me duele mucho ofenderte. Propongo no pecar más y otra vez vuelvo a ofenderte. No permitas que haga las paces con el pecado. Concédeme la gracia de arrepentirme siempre. Por muchas que sean mis caídas, que cada vez me proponga no caer más. Concédeme la gracia de levantarme si vuelvo a caer, a pesar de mis propósitos. Que repita con el hijo pródigo: "Me levantaré e iré a mi Padre"...Él ya me conoce. Señor, que donde no llegue yo, llegue tu misericordia infinita: Alcánzame la gracia de tu perdón y de tu amor para que no vuelva a pecar. Virgen María, ayúdame en los momentos de tentación. Amén |