ESCUCHA ESTE GRITO: ¡¡DIOS CONOSOTROS!!
¿QUÉ HAY DE ÉL?
El hombre auténtico no vive instalado en el presente sino que camina hacia un futuro. El ayer ya no cuenta. Este caminar, sin embargo, no es un mero vagar sin norte, sin saber hacia donde, aunque algunos, muchos, - “deben ser los listos” o los ciegos voluntarios- dicen que conocen su meta definitiva, la muerte. Así lo proclaman con sus palabras y su conducta muy a tono con el fin que aseguran conocer. ¿La muerte? ¿Para eso Te encarnaste, Señor? Nuestro pasar por la vida, amigos, es la marcha de la libertad. Es un tomar parte en el movimiento de toda la humanidad hacia su liberación definitiva, que tanto anhela la persona humana y que por fin hallamos como regalo del Padre en el gran día de nuestro nacimiento definitivo. Y Dios va con nosotros en Jesús para que no erremos el camino y darnos esperanza con la luz gloriosa de su resurrección. Con esa experiencia de resucitado nos alumbra, hasta salir de la tiniebla y la fatiga del camino, para encontrar la claridad del Ser Absoluto, alfa y omega, principio y fin, origen y meta de nuestra existencia. Atrás quedan ya el desafecto y la incoherencia, porque el padre es siempre padre y todos somos hijos, aunque no siempre honrados y coherentes, ¡O no!, vuestra meta no está ahí. ese sepulcro es sólo un estandarte del pasado e instrumento del hombre viejo. Vosotros estabais llamados a la Luz y esta es la hora de la vuelta a casa:” Dónde yo estoy, allí quiero que estéis conmigo”, dice el Señor, “Venid benditos de mi padre…”
¿Cuál creéis, hermanos, que fue la motivación que Dios tuvo al encarnarse y poner su tienda entre nosotros?
ESCUCHAMOS A SAN JUAN (1,1-18)
En el principio ya existía la PALABRA, y la PALABRA estaba junto a Dios, y
La Palabra ERA Dios.
Por medio de la PALABRA se hizo todo y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había VIDA y la vida era la luz de los hombres.
La luz brilla en la tiniebla y la tiniebla no la recibió.
La palabra era la LUZ VERDADERA, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella y el mundo no la conoció.
VINO A SU CASA ,
Y LOS SUYOS NO LA RECIBIERON… Pero a los que LA RECIBIERON les da poder para ser hijos de Dios………..
LA PALABRA ( EL VERBO ) SE HIZO CARNE Y
HABITO EN NUESTRA TIERRA ……………..
¡Bienaventurada tú porque has creído¡ Bienaventurados nosotros porque hemos creído y hemos acogido Esa PALABRA ENVIADA DE DIOS.