En algún momento, cualquier persona se siente exhausto, angustiado e indefenso. Todo el mundo sufre algunos días pérdida de apetito, cansancio excesivo, tristeza o el sentimiento de incapacidad para acometer ninguna tarea. La mayor parte de las veces se trata de síntomas absolutamente normales e inevitables, ocasionados por el devenir cotidiano. Pero cuidado... Puede también ser una señal de algo peor que debe tratarse médicamente. No es lo mismo sufrir tristeza que una patología. Por norma general, el paciente tarda mucho en darse cuenta de que la padece. Detectarlo a tiempo puede ser vital para que lo que puede ser transitorio no se convierta en un trastorno permanente. Sentirse triste supone una reacción normal a determinadas situaciones. Pueden ocasionarla sucesos como la pérdida de un ser querido, una mala situación laboral, problemas económicos, o incluso al cambio del tiempo. Por eso se confunde en numerosas ocasiones con la depresión, pues el que la sufre también se siente apesadumbrado, Consejos y recomendaciones Así las cosas puede resultar complicado saber si se necesita ayuda profesional. Existen diversas formas de establecer si existe una duda razonable. Por ejemplo, es bueno preguntarse cuánto tiempo se lleva cabizbajo, en situación de abatimiento. Si esta situación se ha prolongado excesivamente en el tiempo, no puede tratarse de un estado normal. También puede ser útil analizar si la persona en cuestión ha dejado de realizar actividades que anteriormente llevaba a cabo con asiduidad. Si se ha abandonado definitivamente sin motivo aparente la práctica de algún hobby que anteriormente era importante para el individuo estamos ante una mala señal. Por último, se debe reflexionar sobre los pensamientos propios más recurrentes de los últimos días. Si abundan los razonamientos negativos y desesperanzados estamos en una situación crítica, sobre todo si han aparecido sentimientos de que nunca se va a salir de esta situación o incluso planes de suicidio. La escala de Goldberg Para comprobar estos factores se puede recurrir a la realización de un test. Lo más común consiste en consultar la Escala de Ansiedad y Depresión de Goldberg, publicada en 1979 en el libro "Psychological Medicine". Se trata de un test sencillo con el que los psicólogos evalúan si las personas sufren ansiedad o alteración emocional. El primer caso se detecta con las nueve preguntas iniciales, mientras que el resto permiten evaluar si existe alteración anímica depresiva. Las cuatro primeras tienen un carácter condicional. Es necesario contestar afirmativamente a dos de ellas para pasar a ocuparse de las otras cuatro. Si contesta de forma positiva a una o dos más del resto, deberían saltar las alarmas. Las preguntas hacen referencia al estado del sujeto a evaluar en las últimas dos semanas: ¿Se ha sentido con poca energía?¿Ha perdido su interés por las cosas?¿Ha perdido la confianza en sí mismo?¿Se ha sentido desesperanzado, sin esperanzas?¿Ha tenido dificultades para concentrarse?¿Ha perdido peso (a causa de su falta de apetito)?¿Se ha estado despertando demasiado temprano?¿Siente que se comporta de forma más lenta?¿Cree que tiende a encontrarse peor por las mañanas?El problema es que sólo se puede contestar a cada una afirmativa o negativamente, sin matices, por lo que su efectividad es más bien relativa y tiene un carácter orientativo. Por ejemplo, muchas veces, la persona se ha despertado pronto alguna vez, pero no sabe si eso es lo suficientemente significativo como para contestar que sí a este asunto. Por eso, conviene acudir a un especialista que sabrá si se deben tener en cuenta o no los diversos elementos, y si existen más factores a considerar. Otros cuestionarios Existe otra prueba común, un tanto más completa, denominada Escala Autoaplicada de Depresión de Zung, diseñada por el psiquiatra William W.K. Zung en 1965. Ha tenido también una enorme difusión. Incluye algunas preguntas idénticas, como la relativa al adelgazamiento, pero incluye otras nuevas, referentes a la apetencia sexual, e incluso al estreñimiento. En 2009 apareció la herramienta denominada Predict, un test desarrollado por científicos de seis países europeos dirigidos por Michael King, profesor de la Universidad de Londres.También se utiliza mucho la llamada Escala de Depresión de Beck. En conclusión, la depresión no debe tomarse a broma, ya que puede ser causa de invalidez. Ante la duda, se deben poner los medios para asegurarse de que alguien está aquejado del mal, como paso previo para poner los medios en busca de la sanación.
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