El milagro La sanación de mi padre fue un milagro. Sufrió una caída con un golpe en la cabeza, En 48 horas había perdido la movilidad y estaba perdiendo el conocimiento. Fue operado de emergencia y por su edad y presentar problemas de diabetes y presión alta, no daban mayores posibilidades que sobreviviera a la operación. Posterior a la operación, contrajo una pulmonía hospitalaria, que lo mantuvo en coma por 20 días, desahuciándolo. Lo que ocurrió A las 12:00 a.m., hable con la doctora que lo operó. Le pedí que fuera lo más honesta posible al explicarme los riesgos de la operación y así lo hizo. Nunca olvidaré que me dijo: "Yo soy un instrumento de Dios, confiemos en él. Nunca se me ha muerto un paciente que he operado". La doctora portaba una cadena en el cuello la cual tenía una imagen de la Virgencita María Auxiliadora y me dijo: "Ella está con nosotros, todo va a salir bien en el nombre de Dios". En la capilla del hospital donde fue operado mi padre estaban las imágenes del Divino Niño (soy fiel devota de él) y la Divina Misericordia. Mi padre al despertar y al acostarse siempre se encomendaba a él y lo aclamaba ante cualquier inconveniente. Por eso se lo encomendé a ellos. Jamás perdí la fe Fue una experiencia divina. Vi a muchas personas fallecer durante el mes y medio que mi padre estuvo ingresado, pero algo importante que me sostuvo fue que jamas perdí la fe y la esperanza que Dios y la Virgen Santísima estaban con nosotros y que mi padre saldría con vida de allí.Trate con todas las demás personas que conversaba que tenían a sus familiares graves. Les decía: los milagros sí existen, mi padre es un milagro de Dios. No deje a su enfermo solo, anímelo, léale la Biblia , ore por él; Dios lo sanará. Eso me reconfortaba, el dar palabras de consuelo. Considero que todo lo que ha sucedido en mi vida es un milagro de Dios. Bendito sea Dios! Comentario: La oración como medicina La mayoría de los milagros de hoy en día tienen de alguna manera que ver con sanación. Tal vez se deba a que cuando el ser humano pierde la salud, se siente impotente para cambiar su situación. Para muchos, una enfermedad trae consigo la necesidad de pedir la intervención divina. Esto se hace mediante la oración, como en el caso de la enfermedad y sanación del padre de Laura. Cuando solo quedó la esperanza de un milagro, Laura le encomendó a su padre a Jesús, representado por las imágenes milagrosas de la fe católica. La oración fue el vehículo de la fe de Laura en el poder de Dios. En su libro, Oraciones que curan, el Dr. Harry Dossey cita un estudio en el que se dividió a un grupo de personas en 2 grupos diferentes: un grupo de control y uno que recibiría el tratamiento. ¿En qué consistía el tratamiento? Los enfermos del estudio recibirían oraciones. A todos los enfermos se les estaba dando la misma medicina y ni los doctores ni nadie que tuviera alguna relación con en el experimento tenía acceso a saber quién recibiría las oraciones. Nadie rezó por las personas en el grupo de control. Los que recibieron tratamiento de oraciones tuvieron una mejoría significativa respecto a los que no recibieron oraciones. El estudio también encontró que los enfermos que recibieron oraciones tuvieron una mejoría significativa respecto a los que no recibieron oraciones y que las oraciones a distancia fueron tan efectivas como las oraciones cercanas. Tampoco hubo diferencia en resultados según las creencias de las personas. Todas las oraciones fueron igual de efectivas. Los milagros de sanación son el resultado de la oración directa o de intercesión. Como en el caso del padre de Laura, la oración es la mejor medicina complementaria cuando solo te sostienen la fe y la esperanza. |