EVANGELIO DEL DIA
"¿Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida
eterna." Jn 6, 68
domingo 18 Enero 2015
Segundo Domingo del
tiempo ordinario
Santo(s) del día : Santa
Prisca de Roma
Ver el comentario abajo, o clic en el título Basilio de Seleucia :
“Hemos
encontrado al Mesías.”
Evangelio según San Juan 1,35-42.
Estaba
Juan Bautista otra vez allí con dos de sus discípulos y, mirando a
Jesús que pasaba, dijo: "Este es el Cordero de Dios". Los dos
discípulos, al oírlo hablar así, siguieron a Jesús. El se dio vuelta
y, viendo que lo seguían, les preguntó: "¿Qué quieren?". Ellos le
respondieron: "Rabbí -que traducido significa Maestro- ¿dónde vives?". "Vengan y lo verán", les dijo. Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron
con él ese día. Era alrededor de las cuatro de la tarde. Uno de los
dos que oyeron las palabras de Juan y siguieron a Jesús era Andrés, el
hermano de Simón Pedro. Al primero que encontró fue a su propio
hermano Simón, y le dijo: "Hemos encontrado al Mesías", que traducido
significa Cristo. Entonces lo llevó a donde estaba Jesús. Jesús lo
miró y le dijo: "Tú eres Simón, el hijo de Juan: tú te llamarás Cefas",
que traducido significa Pedro.
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :
Basilio de Seleucia (¿- c. 468), obispo
Sermón en honor de San Andrés, 4; PG 28, 1105
“Hemos encontrado al Mesías.”
Tomando consigo a Pedro, Andrés condujo a su hermano al Señor para
que se haga discípulo suyo como él. Es la primera evangelización de
Andrés. Hace aumentar el número de los discípulos, introduce a Pedro en el
círculo de ellos y Cristo lo hará jefe de los discípulos. Tanto es así
que, más tarde, Pedro debe a Andrés su conducta irreprochable que puso para
ello la semilla en el corazón de Pedro. La alabanza dirigida a uno redunda en
alabanza del otro, porque los bienes de uno pertenecen también al otro y el
uno se enaltece con las alabanzas del otro.
¡Qué alegría procuró Pedro a los demás cuando respondió
con prontitud a la pregunta del Señor, rompiendo el silencio turbado de los
discípulos! (...) Pedro pronunció estas palabras: “Tú eres el Mesías, el
Hijo de Dios vivo!” (Mt 16,16) Hablaba en nombre de todos. En una frase
proclamaba al Salvador y su designio de salvación. Esta proclamación está
en unísono con la de Andrés. Las palabras que Andrés dijo a Pedro cuando lo
condujo al Señor: --Hemos encontrado al Mesías,— fueron confirmadas por el
Padre celestial que los inspiró a Pedro (Mt 16,17): “Tú eres el Mesías,
el Hijo de Dios vivo!”.
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