por el terrado de los Danzantes de la Lluvia.
Allá abajo, los jóvenes ensayaban
la coreografía del nuevo baile.
“Ved la armonía de sus movimientos”,
comentó el maestro.
“Exaltan la virtud, descubren el secreto del mal,
e identifican la confusión”.
“Pues a mí la danza me parece algo superficial”,
respondió Fan Chi.
“¿No creéis que sería mejor que dedicaran
su tiempo a meditar?” Y Confucio comentó:
“¡Excelente pregunta!
Si creemos que sólo existe un camino
hacia la sabiduría,
pronto quedaremos exhaustos y sin entusiasmo.
Sea en la meditación,en la danza,
en la jardinería, o en la elaboración de vino,
cualquier persona que anteponga el esfuerzo
a la recompensa, está exaltando la virtud.
A medida que se va perfeccionando,
se enfrenta con lo que hay de ruin dentro de él,
y descubre los secretos del mal”.
A/D