Amor, dime dónde te escondiste. Te busqué en la madrugada, en la profundidad de mis deseos, en la profundidad de mi corazón. Te busqué, sí, pero no te vi. Te conocí un día, en un noche, una noche de pasión desenfrenada, pero me quedé vacía, ... , muy vacía. Eso... no era verdadero amor. Te busqué creyendo que lo merecía, tal vez fue un tremendo error. Te busque sin ser dueña de mí misma, te encontré quizás sin ser tú ni yo. Ya no sé si deseo encontrarte, amor; ya no sé ni si deseo o merezco calor. Aunque verano, mi corazón helado; aunque lo preciso, deseo no hallado. Amor, recuerdo esas caricias, esa mirada, esos besos que tanto me deleitaron, esas palabras que tanto me endulzaron, esa fusión de cuerpos en la madrugada, ese surgir apasionadamente cara a cara. Amor, dime dónde te escondiste, porqué apartaste de mí tu mirada, porqué sólo vivo el recuerdo de lo que fuiste, sin sentir ya el valor y el silencio de tu llamada. Amor, ahora sin tí nada tiene sentido; tú eres libre de escogerme o dejarme, pero sin tí, amor, mi corazón plenamente vacío. Amor, deseo tenerte, sentirte, hallarte; deseo que me llenes el corazón tuyo. Siento que mi cuerpo desea tenerte, tocarte; mis labios desean ser fruto de un gran beso, siento demasiada pasión para ser solitaria. Amor, no deseo tenerte miedo, sino decisión, deseo, deseo... pero sólamente eso. Pero ese deseo... tan sólo es fantasía e ilusión.
Autora: Rosa Mª |