Nada tuvo sentido en su tiempo, menos todavía lo tiene ahora; respiro porque el corazón late, veo, porque mis ojos se abren. Nada tiene sentido en este momento, ni el minuto que pasa ahora mismo, ni el instante que ahora estoy viviendo. Nada tiene sentido en nungún momento, ni lo tuvo cuando era niña y joven, ni lo tiene ahora que adulta ya soy. Nada tiene sentido, ni tan siquiera la razón; ya nada tiene alegría ni armonía, ya nada me apasiona el corazón. Nada, absolutamente nada tiene sentido, ni el pensamiento ni el corazón; el pensamiento que nada bueno piensa, y el corazón que roto y solitario se queda. Nada, absolutamente nada tiene sentido, ni el amanecer ni el atardecer, ni el anochecer ni un nuevo acontecer. Nada, absolutamente nada tiene sentido, porque todo permanece inerte e igual, nada cambia en mi ser, más que la soledad, esa soledad cada vez más aislada, que hace del mundo mi tumba encontrada. Nada, absolutamente nada tiene sentido, ni el trabajo, ni el cielo, ni la tierra, ni las estrellas ni el firmamento. Nada tiene un sólo sentido ante mí, porque camino a oscuras y a ciegas, porque nada veo a mi alrededor, porque al igual que una luz que se apaga, así ... así está mi amargado corazón.
Autora: Rosa Mª |