No quisiera ser espina sino esponja,
y absorber todo cuanto la vida me da,
que no es poco sino una inmensidad,
que muchísimas veces no sé apreciar.
No quisiera ser espina sino estrella,
e iluminar en mi camino a quien no vea,
y sentir el calor de la luz de una mirada,
y ver que mis ojos tienen el eco de ella,
No quisiera ser espina sino flor,
y dar fragancia y aroma junto al amor,
que tanto vale y tanto tiene de color,
que ya en primavera despierta el corazón.
No quisiera ser espina sino un son,
un son que acaricie el alma rota de ilusión,
un espejo que refleje el cariño y el perdón,
un reflejo de que en la vida hay calor.
No quisiera ser espina, pero lo soy,
no quisiera tener dolor por falta de amor;
no quisiera ser un tono bajo de alegría,
pero no soy más que insignificante vida.
No quisiera ser espina, sino canción;
mas no soy la persona que lleva el humor;
mas quizás la esperanza perdida, sin razón,
me lleve de nuevo a dejar de ser espina,
y cantar con un son de alegría algún día.
No quisiera ser espina, ... pero ...
tal vez algún día en lugar de espina...
sea ese algodón que suavemente cobija,
sea ese sueño que realidad se hace en la vida.
Autora: Rosa Mª