Entramos en la iglesia por
esta puerta lateral y comprobamos que a nuestra izquierda se encuentra, sobre la
entrada principal, el coro. Aprovechamos para realizar una fotografía de la
vista general y comenzamos el recorrido por el muro de la Epístola, en el
sentido contrario de las agujas del reloj.
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Vista
general de la iglesia de San Francisco. |
En el interior de un arcosolio
vemos un arca de madera con un crucifico adosado sobre ella; encima, un cuadro
con la representación de la Virgen de los Remedios, acompañada de un
mitrado y un oferente de rodillas.
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Virgen
de los Remedios. |
Seguimos y llegamos ante una
pequeña hornacina avenerada que cobija la figura del Corazón de Jesús, de
aspecto moderno y discreto interés artístico.
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Sagrado
Corazón de Jesús. |
A continuación nos situamos ante
el retablo de San Diego de Alcalá, fechado a comienzos del siglo XVIII,
con discutible combinación de colores rojo y dorado.
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Retablo
de San Diego de Alcalá. |
El fraile franciscano, nacido en el
siglo XV en el sevillano pueblo de San Nicolás del Puerto (es curioso que a la
mayoría de los santos se les designa con el nombre de su ciudad de nacimiento y,
en cambio, a San Diego se le denomina con el nombre del lugar en el que
falleció) llevó una vida de humildad y discreción que, sin embargo, no impidió
que fuera tremendamente popular en vida, llegando a ser retratado por los principales artistas de su
tiempo: Zurbarán, Ribera, Murillo, Gregorio
Fernández, Alonso
Cano, Pedro
de Mena o Annibale Carracci. Su cuerpo
incorrupto se conserva en la catedral de Alcalá de Henares, donde se expone a
los fieles cada 13 de noviembre.
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San
Diego de Alcalá. |
Otra hornacina, igualmente
avenerada, en la zona del antepresbiterio, está ocupada por la figura de San
Agustín, con libro en su mano izquierda (le falta la maqueta de iglesia) y con
la derecha vacía.
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San
Agustín. |
La bóveda que ocuparía el
crucero si la planta fuese de cruz latina, es de media naranja, con pinturas del
círculo de Juan Espinal que representan a San Francisco Javier en la
Apoteosis de la Compañía, fechadas en la década 1.770-1.780, apoyada sobre
pechinas en las que aparecen los cuatro Arcángeles: San Miguel, San Gabriel, San
Rafael y el Ángel de la Guarda. Desgraciadamente, el estado de las mismas es muy
delicado, habiéndose perdido de forma definitiva algunas zonas y camino de ello
el resto.
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San Francisco Javier en la Apoteosis de la
Compañía. 1.770-1.780. |
El barroco Retablo
Mayor nos muestra a dos ángeles sosteniendo un manto colgado de la corona
real, a modo de dosel, en cuyo interior se cobija el retablo. Consta de banco,
sotobanco y dos cuerpos de tres calles cada uno, separadas por estípites. Todo
el conjunto está decorado con adornos vegetales y
volutas.
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Retablo
Mayor. |
El camarín está ocupado por
la Virgen de los Dolores, una de las principales devociones utreranas. De
autor y época desconocidos, fue remodelada por Castillo Lastrucci y más tarde
restaurada por Sebastián Santos.
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Nuestra
Señora de los Dolores. |
A la izquierda de la Virgen
vemos una imagen de San Francisco de las Cinco Llagas, con crucifijo en mano
derecha y rosario en la izquierda. A la derecha, San Antonio de Padua, muy
representado en las iglesias sevillanas.
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San
Francisco de las Cinco Llagas. |
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San
Antonio de Padua. |