Como necesitamos de vos
María del camino, mujer
de los brazos que trabajan
caricia de niños que están solos,
Señora del corazón que llama.
Como necesitamos de tu Si
para abrir nuestra esperanza,
que apaga el ruido de la guerra,
el odio entre los pueblos,
la mentira de los que callan.
Ven presurosa a nuestra casa,
ven y entibia nuestros corazones,
ven a llenar sus espacios vacíos
para colmarlos con tus amores,
ven a quedarte y nunca partas.
¡Ven Señora del silencio!
Ese que habla en los caminos,
que enjuga nuestras lágrimas
llenándonos de esperanza,
para volver a hacernos niños.
¡Ven y quédate en nuestra casa!
Llénala con tu viva gracia,
aséala con caricias de madre,
retoca nuestro amor dormido,
y haz que el tuyo nos deleite para siempre.