Procendencia de la frase "La suerte está echada"
La frase "La suerte está echada", "Alea iacta est" en latín, es atribuída a Julio César. Tras la conquista de la Galia y la derrota de Vercingetorix, César decide volver a Roma, donde el senado había estado hablando en contra de él, diciendo que su guerra era ilegal y que debía dejar su cargo. Aún así, César decide ir a Roma, pero cruzando el Rubicón, un rio por el que era ilegal para un ejército romano cruzarlo y todos los legionarios temían. César se adelantó, cruzó el rio y en el otro lado dijo "Alea