Antecedentes
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Recreación artística del Chupacabras |
No pocas veces se ha tratado de correlacionar las apariciones de ovnis con la muerte o desaparición misteriosa de animales en determinadas zonas. A partir de 1974 comenzaron a publicarse noticias sobre casos de animales muertos misteriosamente en diversos puntos de Estados Unidos como Kansas, Nebraska, Iowa, Dakota del Sur, Colorado, Oklahoma, y Minnesota.
A muchas de las víctimas les faltaba algún órgano (oreja, lengua, nariz, rabo u órgano reproductivo) mutilado con aparente precisión. Además los animales muertos aparecían "completamente sin sangre, como si su cuerpo hubiese sido secado con una aguja".
En Puerto Rico, de febrero a julio de 1975, ocurrieron numerosas muertes de animales en circunstancias casi idénticas coincidiendo en la misma zona geográfica con docenas de casos ovnis y con otros fenómenos supuestamente afines.
Justamente veinte ańos después de los sucesos del llamado "vampiro de moca", como se acuńó popularmente a la bestia.
El Chupacabras Aparece En Puerto Rico
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La gente describe al Chupacabras como a un ser nunca antes visto
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El nacimiento del Chupacabras, al menos en su edición moderna, se remonta al mes de marzo de 1995, cuando los vecinos de los municipios de Orocovis y Morovis en el interior de Puerto Rico descubrieron que los animales de las granjas eran atacados de una forma sensiblemente diferente a la habitual en los animales salvajes o en el hombre.
Conejos, pollos, cabras, etc. empezaron a ser encontrados totalmente desangrados, apareciendo los cadáveres con un simple y pequeńo orificio, especialmente en la garganta. La plaga se extendió por la isla rápidamente. Las primeras descripciones del misterioso asesino no aparecieron hasta seis meses después de la aparición de la epidemia. Fue en septiembre del pasado ańo cuando fue observado por Madelyne Tolentino, una ama de casa de Canóvanas, al este de San Juan. Ésta y otras observaciones paralelas lo bautizaron en la zona como "El canguro" y "El conejo".
Las descripciones lo presentaron como una horrosa entidad semejante a un canguro con colmillos y con un abombamiento en sus en sus ojos rojos y sus bocetos corrieron por toda la isla. Y por gracia del ufólogo Jorge Martín, a través de internet, la imagen se extendió al resto de la civilización.
Pero en Puerto Rico se iban sumando cadáveres al guarismo del vampiro. Nuevos aterrorizados testigos hacían sus descripciones y los artistas daban forma a sus palabras: humanoides, depredadores de pata hendida y retorcidas gárgolas de catedral. El terror estaba sembrado en las zonas rurales. Las autoridades municipales organizaron unas doscientas partidas para capturarlo. Sectores políticos reclamaron una investigación oficial a un gobierno que ignoraba los dantescos hechos.
Algunos científicos seńalaron que los responsables debían ser monos, perros u otro animal exótico que habite libremente en el país. Las necropsias no establecieron un patrón único de muerte: traumas en el cuerpo, infecciones bacteriales, perdida de sangre.
Pero los canovenses que decían haberlo visto, estas teorías estaban muy lejos de la realidad: «Yo quisiera tener de frente a la gente que dice que el "chupacabras" es un perro o un mono, que me les voy a reir en su cara. No hay quien me diga que el monstruo ese que yo vi era real. Yo lo vi con estos ojos y no estoy loco», seńaló exaltado el pescador Luis Ángel Guadalupe. El hombre narró que hace un par de meses se encontraba pescando con su cuńado cuando de pronto "una cosa horrible y con alas" se le presentó. Del susto el pescador soltó lo que tenía entre manos y se fue corriendo.«Entonces nos persiguió a mí y a mi cuńado hasta llegar a mi casa. Después de ese día no lo he vuelto a ver».
Durante las primeras semanas de 1996, los ataques del Chupacabras comenzaron a menguar, pese a que las referencias de la prensa sobre su actividad no habían disminuido.
Las temperaturas en esa época del ańo son frías con lo que se pensó en una posible hibernación en las montańas de la selva tropical de El Yunque, o en alguno de los muchos sistemas de cavidades que hay en las isla, especialmente alrededor de Aguas Buenas, a unos 50 kilómetros de San Juan.
Pero la tranquilidad no duraría mucho. Las alas del maligno ensombrecieron de nuevo la vida de los portorriqueńos. A principios de marzo Arturo Rodríguez, un granjero del Barrio Sumidero, en Aguas Buenas, notificó la pérdida de 30 gallos luchadores y gallinas. Los animales tenían punzadas en su garganta y en el cuerpo. Se afirma que agentes del Departamento de Recursos Naturales realizaron una investigación in situ.
El sábado 9 de marzo, un chico llamado Ovidio Méndez estaba enterrando una gallina muerta cuando observó un extrańo ser de 1,20 metros de altura caminando a dos patas. Su cuerpo era gris oscuro, poseía ojos alargados rojos, largos colmillos y las manos en forma de garra. La policía no encontró nada. De todas formas no todas las personas estaban de acuerdo en que el Chupacabras fuera el responsable de las muertes de los animales. Una mujer creía que su conejo había sido asesinado por un perro.
Como suele pasar en estos casos, a falta de una explicación que resulte suficientemente convincente, las especulaciones comienzan a correr. Así aparecieron sofisticados argumentos sobre perros con un colmillo, un simio delincuente, inconfesables experimentos genéticos y, cómo no, alienígenas. O el propio diablo cuando uno de los testigos afirmó que la aparición estuvo acompańada de un "olor fuerte a sulfuro".
También fue detenida una santera, acusada de matar a los animales domésticos para sus ritos, pero es evidente que no podía ser la causante de todas ellas. Se dijo que debían ser diversos grupos Yoruba, pero lo cierto es que eso contradecía la hipótesis oficial hasta el momento: monos o perros. La matanza continuó en el Barrio Sumidero, especialmente en los sectores de La Arańa, La Vega y la Capilla donde centenares de animales domésticos, pollos, patos, ocas e incluso algunas cabras, corderos y vacas, fueron desangrados. En uno de los ataques, además de las muertes causadas, el agresor arrancó de sus goznes una puerta metálica de 4,8 metros por 4,2.Tal desproporcionada prueba de fuerza no hizo sino aumentar el terror de los habitantes de la zona.
En esos momentos el fenómeno del Chupacabras ya había trascendido las fronteras insulares y se había extendido entre las colonias hispanoparlantes de Florida y Texas superando el ámbito de lo paranormal hasta el punto de que abrieron restaurantes con tan pintoresco nombre, un grupo de música de salsa se apodaba "Los Chupacabras" y se concebían otros proyectos.
Internet también disponía de su propio escenario en la red mediante páginas web. Los avispados comerciantes pronto lanzaron sus camisetas y otros productos con el retrato robot del sangriento devorador. La bestia también inundó las tiras cómicas y los escenarios comenzaron a tomarlo en consideración.
El caso más notable es el de Méjico donde las vińetas de sátira política han identificado al antiguo presidente Carlos Salinas de Gortari como un auténtico vampiro. Diarios y revistas como The New York Times, Time International, The Washington Post, El Diario la Prensa (Nueva York) y Florida Today habían publicado artículos sobre los acontecimientos. Canóvanas y su alcalde, José "Cheno" Soto Rivera, organizador de las expediciones para capturar a la fiera, habían sido inmortalizados por las cámaras de televisión del continente.
En los estados norteamericanos, la historia de este fabuloso canguro se ha mezclado con las del Diablo de Jersey, un personaje procedente de la mitología indígena y cuya presencia se denota en los últimos 260 ańos, contándose 2.000 supuestos testigos, siendo un clásico dentro de la zoología fantástica o criptozoología.
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żPodría tratarse de un ser extraterrestre o por el contrario de una extrańa mutación?
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Conforme crecía el alud en Puerto Rico, aparecían nuevas especulaciones, generalmente gratuitas y a cual más pintoresca. Así el hermano Carmelo, un ejemplo de los autotitulados como psíquicos, pontificaba que las mutilaciones procedían de "una raza de vampiros que se complacen con la sangre animal" y que sólo se puede terminar con ellos usando "un rayo láser o una bala de plata". Con sus dotes clarividentes afirmó que estos seres no atacan a los humanos porque la sangre está demasiado infectada de toxinas y de grasas.
Por su parte, un grupo ufológico de corte fanático conocido con el acrónimo de NOVA indicó que el Chupacabras era una de las 20 criaturas que habían descendido a la Tierra procedentes del espacio. Su repugnante misión consistiría en realizar experimentos con sangre humana con el objetivo de liberar perniciosos virus como el VIH causante del SIDA. Este grupo paranoico se dedicó a acosar a testigos e investigadores indicándoles que contaba con el respaldo de "una organización secreta del gobierno". Sus actividades no se detuvieron hasta que fueron expuestas por el ufólogo Jorge Martín en su programa de radio Ovnis Confidencial.
Sobre Puerto Rico recae la pésima reputación de ser campo de pruebas para armas secretas experimentales que van desde la Talidomida hasta armamento radiactivo, por lo que no fue difícil que algunos creyeran que el Chupacabras era el resultado de un experimento genético cuya salvaje actividad había sido concebida por el gobierno norteamericano.
Pero las teorías no terminan aquí. Otros vincularon la llegada del chupacabras a la vieja e infundada creencia de que en Puerto Rico existen túneles que unen la isla con territorios continentales, especialmente con los Pirineos y Sudamérica. Incluso se sugirió que la criatura había acudido desde el Más Allá durante una oscura ceremonia de santería. Esta macabra creencia tiene mayor predicamento entre quienes han sufrido dańos causados por el Chupacabras como si hubiesen sido víctimas de algún tipo de brujería o maldición que perjudicara su hacienda.
No obstante, la idea más extendida es que se trata de un ser alienígena, no en vano Puerto Rico se ha caracterizado siempre por una gran cantidad de avistamientos OVNI, lo que ha llevado a muchos a considerar a la isla americana como una zona caliente del planeta. Estas mutilaciones tendrían el mismo origen que las que se produjeron con anterioridad preferentemente en el Medio Oeste americano, donde numerosas cabezas de ganado aparecieron halladas sin sangre ni glándulas endocrinas. Esto se debería a una atrofia del tubo digestivo de los alienígenas, lo que motivaría consumir un preparado con la sangre y las glándulas endocrinas que absorberían a través de la piel. Esta explicación ha sido apuntada entre otros por Salvador Freixedo. Los extraterrestres, mediante una técnica genética habrían creado un animal que cumpliría la misión de chupar la sangre.
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