El disco de larga duración más extrańo y -quizás- más importante que se haya grabado en la Tierra, fue enviado al espacio a bordo de las dos naves Voyager lanzadas en agosto de 1977. Se trata de un disco de cobre de 30 cm de diámetro y 16 2/3 revoluciones por minuto; su duración es de 2 horas. Una selección de 116 imágenes, grabadas electrónicamente, muestran la vida en la Tierra en el siglo XX, incluyendo «fotos» de un feto, una madre y su hijo, una familia, gente de diferentes razas y diversas muestras de vida animal y vegetal. Varios edificios y una plataforma de lanzamiento de cohetes representan la tecnología humana. También hay saludos orales en 55 idiomas, así como sonidos: el viento, la marea, ranas, ballenas y sonidos no naturales, como el del motor de un tractor y el despegue del Saturno V. El inventor de Sonidos de la Tierra, el doctor Carl Sagan, lo describe como «una botella arrojada al océano cósmico». Pero, żla encontrará alguien? Y, si es así, żpodrán entenderla los extraterrestres?