En su libro El viaje interrumpido, John G. Fuller, tras un largo razonamiento, llegó a las siguientes conclusiones generales:
1. Tuvo lugar una aparición.
2. El objeto aparecido debió haber sido un vehículo volante.
3. La aparición produjo en los Hill una fuerte impresión emocional.
4. La angustia y el temor producidos en Barney por su susceptibilidad racial sirvieron para hacer más violenta aún su reacción.
5. Los Hill no tenían ningún motivo ulterior para inventar tal historia. Durante cuatro ańos sólo se la contaron a un grupo reducido de gente.
6. El caso fue investigado por varias personas, gente técnica y científica, que cree en la posibilidad de que haya sucedido de verdad.
7. Existen ciertas pruebas circunstanciales directas –manchas circulares en el coche, que se pararan los relojes, etc.– que apoyan la validez de la experiencia.
8. En estado hipnótico, y tratados por un psiquiatra conocido, los Hill contaron historias casi idénticas de lo que había sucedido durante su periodo amnésico.
Fuller, a pesar de esas conclusiones, terminó no obstante su razonamiento con la sentencia de que el caso Hill «no tiene una solución definitiva