Contar ovejitas quedó en el pasado
Un estudio clínico realizado por el hospital de Brigham de Boston, EEUU, reveló que practicar yoga antes de ir a dormir, reduce el insomnio significativamente en personas que lo padecen.
Los resultados se vinculan a que el yoga produce un efecto calmante en el sistema nervioso central. Quienes padecen de un insomnio cuentan con los niveles de cortisol, la hormona del estrés, muy elevados. Y como está probado que el yoga reduce tales niveles qué mejor idea que practicarlo para tener unos “dulces sueños”.
A continuación, dos ejercicios para que pongas en marcha antes de irte a dormir.
Relax total
Siéntate con la espalda recta, la cabeza erguida y el mentón cerca al cuello. Extiende tus brazos a los costados, que queden paralelos al suelo. Como si pujaras dos paredes, dobla tus muñecas; los dedos apunten para arriba. Cierra tus ojos, respira despacio -siempre por la nariz- durante 2 a 3 minutos. Luego, retén el aire durante 10 segundos y exhala de manera que sientas que te relajas. Concéntrate en el flujo de respiración durante un minuto y finalmente, abre los ojos.
Duerme tranquila
Siéntate con la espalda recta, la cabeza erguida y el mentón cerca al cuello. Presiona juntas las palmas de tus manos en frente del pecho. Coloca una mano sobre otra y presiónalas continuamente. Empieza a respirar profundamente y de manera lenta durante 2 ó 3 minutos. Luego, haz un respiro profundo, retén el aire y vuelve a presionar el aire durante 10 segundos. Exhala y siéntete relajada. Finalmente, con los ojos cerrados, concéntrate en la respiración por un minuto. ¡Ahora ya estás lista para ir a dormir!