EL TÉ
Según el folklore chino, el emperador Chinnung, que reinó en el año 2737 antes de Cristo, fue el primer botánico de la nación. Un día masticó las hojas de un arbusto de su jardín, y tanto le agradó el sabor que preparó con ellas una infusión. Luego enseñó a sus súbditos a preparla, bajo el nombre de ch’a, que más tarde degeneró en ts’a y “té”. Lo Yo, cronista de la VII centuria de la dinastía Tang, proporciona de primera prueba auténtica del té, que era consumido universalmente en China en el siglo VI. Llevado a Europa por los portugueses mil años más tarde, se popularizó a partir de 1660, año en que se vendió en Inglaterra. Costaba tan caro al principio que era considerado regalo de príncipes y su alto precio originó el contrabando y la adulteración, pero se difundió tan rápidamente que pronto se cultivó en gran escala y su precio bajó. Hoy es una de las bebidas de mayor consumo. |