Hoy, la seguridad se entiende cada vez menos en términos militares, y mucho más como la ausencia de conflicto. Es de hecho un fenómeno que abarca el desarrollo económico, la justicia social, la protección del medio ambiente, la democratización, el desarme y el respeto a los derechos humanos. Estas metas -- estos pilares de paz -- están vinculados. El progreso en una área engendra el progreso en otra. Pero ningún país lo puede lograr a solas. Y ninguno está exento de los riesgos y los costos de no hacerlo.
-- Discurso en Cedar Crest College, Allentown, Pennsylvania, 13 de septiembre, 1997.
Durante la guerra fría, la paz y la seguridad tendían a ser definidas simplemente en términos del poder militar o del equilibrio del terror. Hoy en día, tenemos una mayor valoración de las fuentes no-militares del conflicto. Sabemos que la paz duradera requiere de una visión más amplia que incluya a la educación y la alfabetización, la salud y la nutrición, los derechos humanos y las libertades fundamentales. Sabemos que no podemos estar seguros en medio del hambre. No podemos construir la paz sin aliviar la pobreza. No podemos construir la libertad sobre cimientos de injusticia.
-- Discurso en el Centro Mundial de Comercio de Chicago, 20 de octubre, 1997 (SG/SM/6365)
Aún en 1945, nuestros fundadores reconocieron la necesidad de pelear en dos frentes para ganar la batalla por una paz duradera: en el frente de la seguridad, donde la victoria se traduce en estar libre de miedo; y en el frente económico y social donde la victoria se traduce en ser libre de carencias.
-- Discurso en la ceremonia de entrega del Premio Sasakawa al Medio Ambiente, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Nueva York, 12 de noviembre, 1997 (SG/SM/6390)
El uso del mantenimiento de la paz por la comunidad internacional, en búsqueda de intereses comunes, debe ser verosímil y legítimo. Una fuerza creíble sin legitimidad puede tener resultados inmediatos, pero no disfrutará del apoyo internacional a largo plazo. La fuerza legítima sin credibilidad puede disfrutar del apoyo universal sin poder implementarla provisiones básicas de su mandato... Sin embargo, combinadas bajo el paraguas de las Naciones Unidas, la credibilidad y la legitimidad en el uso de la fuerza son no solamente posibles, también se refuerzan mutuamente en la búsqueda de un ideal universal. Para cumplir con esta unidad de propósito y de promesa, debemos restaurar la fe mundial en las Naciones Unidas y lo haremos.
-- Discurso ante el seminario "Adaptarse a un Mundo Cambiante: Lecciones Recientes de las Operaciones de Mantenimiento de Paz de la ONU", 17 de noviembre, 1997, (SG/SM/6398)
Las motivaciones y las persuasiones políticas son elementos críticos en un proceso de paz. Cuando las partes están realmente interesadas en un arreglo, las montañas se pueden mover en el interés de la paz. Sin embargo, en condiciones caóticas en las cuales el poder se ha transferido a facciones desarticuladas que no tienen ningún interés verdadero en la paz, hay límites tangibles a lo que puede lograr la comunidad internacional. El sentido de comunidad -- la voluntad de reconciliación -- no puede ser impuesto.
-- Ibid
Ya hemos visto lo que les sucede a los Estados cuando el centro se desbarata; cuando milicias rivales reemplazan a la razón; cuando los ciudadanos son privados de sus condiciones más básicas de existencia estable; cuando fuerzas exteriores se involucran en la dirección de un país. Lo hemos visto en Angola, en Somalia, en Zaire, en Bosnia.
-- Discurso ante la Asociación de las Naciones Unidas de Canadá, Toronto, 3 de diciembre de 1997 (SG/SM/6412 |