El donde la poesía está en nosotras
El amor y el talento de la poeta que está comprometida con la existencia de este espacio,
porque ella está en el origen como lo está una madre,
mantienen en cada encuentro la atención a lo singular
de cada una de nosotras y el rigor y la búsqueda de la perfección,
que hacen que surja lo nuevo y crezca lo que ya está,
de modo que a las que estamos allí nos resulte imprescindible hoy la relación que ahora tenemos,
Pero eso no es todo, pues cada encuentro nos frena a cada una del trajín
de nuestras vidas y nos hace detenernos ante nuestra obra,
de forma que nos atrevemos a darle valor y a tomarla y tomarnos en serio.
Cada encuentro se convierte en una celebración del don recibido,
una vez que reconocemos que el donde la poesía está en nosotras,
lo cual no es fácil al principio porque supone un compromiso con la palabra que asusta un poco.
El primer compromiso es ordenar tu escritura que suele andar en hojas sueltas,
en márgenes de libros, en cuadernos sin terminar, que es una forma de aplazar el asumirte como poeta;
consiste en reconocer que no puedes dejar al azar ni una sola palabra,
porque cada una merece tu tiempo y tu respeto,
ya que nada da igual ni un punto ni una coma ni una rima ni una mayúscula ni nada.
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