Ayer un triste evento marco mi vida, nuevamente, otra cicatriz se sumo a mi piel que ya no tiene lugar para mas heridas, plasme en este blog parte del diario de esa traición, la considero traición porque dí de mi todo cuanto pude tomando en cuenta mis circunstancias, y si ella hubiera podido ver esta realidad, se hubiera dado cuenta de que lo poco que pude darle, fue en efecto, demasiado, mucho mas de lo que ella misma podrá dar o recibir de alguien mas.
Después de ese día fatídico que marca un punto significativo en mi vida, donde de manera fría me anuncio su huida a travez del frío teléfono. Yo sabia que después de aquello habría consecuencias que están fuera de la comprensión de cualquier mortal, pero también, pude ver en mi mente que no había el mas mínimo remordimiento a dicha traición de una amistad que trasciende tiempo y espacio, porque había la posibilidad remota de que se convirtiera en la única a quien protegiera con mi propia vida.
Ella ni se imagina lo que significo para mi aquel día, ni lo difícil que es para un hombre como yo, tener que tomar una decisión ordenada desde lo mas alto del cielo, aun sabiendo lo que significaría darle la espalda a quien en un tiempo protegí de oscuras fuerzas que ella jamas pudo ver, para ser un guerrero moribundo y severamente herido, fue un trabajo bastante aceptable desde cualquier perspectiva, y es mi único consuelo.
Sin embargo, no ayuda a aliviar el dolor de mi alma y de mi mente, pues pase 2 días enteros sin dormir, pensando en la orden que tenia que cumplir, una orden que se me dio y que rogué fuera exento de cumplirla al pie de la letra, fueron las 48 horas mas difícil para mi, hubiera preferido enfrentar las huestes de enemigos poderosos y entablar batalla mortal con ellos antes de tener que escuchar aquella orden.
Al tercer día tuve que informarle la decisión que tomé, la mas difícil hasta aquel día, la decisión de no volver a verla jamas, de olvidarla y alejarme de su vida aun sabiendo lo que le esperaba, no le dije jamas que se me había ordenado retirarme, para evitar el impulso de acudir en su ayuda cuando la sentencia contra ella se ejecutara.
Desde aquel día, hay voces en mi mente que me dicen que ella disfruta sin remordimiento alguno su vida, como intentando consolarme un poco, intentan hacerme ver lo ingrata que fue, lo mal que me trato y lo poco que le importo lo que le di, pero no sirve de nada, aun no puedo callar las voces en mi mente, ni el eco de su voz en mi memoria.
He pasado noches enteras rogando al cielo me arranque la humanidad para volver a ser como los ángeles, sin dolor, sin remordimiento por cumplir una orden justa, he rogado poder probar la muerte, y dejar a mi alma descansar en la eternidad. He pasado noches enteras mirando esta ciudad desde lo alto de mi casa, he golpeado muros de concreto hasta agrietarlos con mis manos sangrantes, sigo rogando, sin respuesta.
Se que no le importo un ápice mi dolor ni mi despedida, pero eso no apacigua las emociones en mi alma, eso no mitiga el dolor en lo profundo de mi corazón, y se que se me concederá venganza, y se que se me exigirá una venganza, y ese es mi dolor, porque soy un guerrero, porque soy un implacable y se me ha dotado con la capacidad de infligir dolor en lo mas profundo de las almas y las psiques de los humanos, y eso es parte del dolor en mi alma y en mi mente.
No se cuando, no se donde, ni si tendre que hacerlo en persona o mover los hilos del destino como tantas veces, solo se que tuve que despedirme, porque se me ordeno ser el verdugo de su destino