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Saltar para volar entre la niebla, sin pensar en el final de la caída. Fulgor de rayo y rosa enloquecida, surgió el amor cómo un delirio. Mi torpe mano se hizo experta, abrazada a la luz de tu mirada. Suspiro y cuerpo compartimos, fuimos el uno para el otro. Quitaron la mitad de mi existencia, y la mitad que me dejaron, sigue sangrando y duele. Hoy solitario nada espero, el tiempo es un alud, que ciega y enmudece y la canción desaparece. ¿Que es del amor, donde se esconde? Todo es silencio y rutilar de estrellas. ¡Floto en la huella de una nube¡
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