Oracion de los amigos
Te doy gracias, Padre bueno, Dios de la vida por los amigos que me regalas en el camino de la vida.
Mis amigos me alientan, Señor. Saben encontrar lo mejor de mí mismo. Me aceptan como soy y se alegran con lo bueno que tengo. Me ayudan a caminar con nuevas fuerzas y me estimulan a buscar nuevas metas. Ellos me acompañan, me aconsejan, siempre están atentos dispuestos a ayudarme y a escuchar mis palabras. Me recuerdan tu Presencia, Padre Bueno, Dios de la Vida. Tu presencia compañera, peregrina a mi lado, siempre a la espera. En el crisol de la fidelidad.
Con mis amigos, Señor, comparto mis sueños, mis esperanzas, mis locas utopías de un mundo nuevo. Con ellos intentamos aportar nuestro granito de arena para que los sueños se vuelvan realidad, y las utopías se acerquen en la historia y en la vida cotidiana. Me recuerdan tu Presencia, Padre Bueno, Dios de la Vida. Tu presencia que señala el horizonte, que enseña a mirar más allá, que ayuda a pensar en los otros, que muestra el camino del compromiso. Buscando la utopía del Reino. En el crisol de la Esperanza compartida.
Mis amigos me quieren, Señor, me acercan su sonrisa para alegrar mis días. Comparten mis silencios, escuchan mis palabras. Están conmigo en los buenos y en los malos días. Me regalan su ternura, comparten su cariño, me ofrecen sus brazos abiertos para el abrazo del encuentro. Me recuerdan tu Presencia, Padre Bueno, Dios de la Vida. Tu presencia siempre generosa, gratuita, fresca, llena de ternura maternal. En el crisol del amor hecho gesto y palabra. Mis amigos me corrigen, Señor, me ayudan a mejorar, me muestran mis lados oscuros, me enseñan a cambiar. Porque me quieren me comentan mis errores, me levantan de mis caídas, me ayudan a superar conflictos y dificultades. Con ellos cuento siempre y por eso te doy gracias. Me recuerdan tu Presencia, Padre Bueno, Dios de la Vida. Tu presencia llena de luz para mi vida, que me revela mi propia identidad, que me muestra nuevas posibilidades y caminos por recorrer. Luz que me ayuda a discernir, a conocer mis flaquezas, y a buscar mejorar. En el crisol de la confianza y la corrección fraterna.
Te doy gracias, Señor, por mis amigos.
En el crisol de la vida compartida, Padre Bueno, Dios de la Vida, sus manos abiertas, cercanas, compañeras, me transmiten tu Presencia hecha encuentro y comunión.
Por mis amigos y amigas ¡gracias a la vida, gracias a Dios! |