Trasformando el acto educativo
Como sujeto que forma parte de una sociedad y que está al servicio de la misma, soy consciente de los cambios y nuevos intereses que se han presentado a través del tiempo. Como ser humano que se desarrolla he vivido estos cambios percibiendo los negativos y los positivos, estas experiencias han desarrollado mi visión del mundo, visión que comparto, reflexiono y transformo con mis estudiantes mediante mi hacer educativo.
Aprender a escuchar a mis alumnos, lo que dicen y lo que observo, me ha llevado a la comprensión de sus necesidades y problemáticas, que demanda una intervención que probablemente no encuentre en el nuevo programa. Estas necesidades y problemáticas que enfrento dentro mi práctica docente reclaman una acción, un hacer en el cual ponga en práctica mis competencias como profesor de primaria.
La sociedad actual demanda un maestro cada vez más preparado para enseñar a sus alumnos a entrar en contacto con el conocimiento y apropiarse de él, generando situaciones de aprendizaje que les permita integrar el nuevo conocimiento, esta sociedad requiere de retos, problemas reales que formen parte de su vida cotidiana. Dentro de mi trabajo como maestro de primaria estoy en constante interacción con personas. Padres de familia, colegas, alumnos y otros personajes que forman parte de mis interacciones sociales dentro de mi profesión, esta constante interacción con diferentes personas me contagia de aspectos positivos y negativos que afectan para bien y para mal mi labor dentro de la institución.
Para poder llegar a la solución de mis problemas dentro del aula debo de cambiar lo malo por lo bueno, a través de una reflexión constante, la permanente indagación de lo que hago en mis clases y la utilidad de diversas herramientas reflexivas, narrativas y teóricas (diario de campo) me llevarán a localizar el umbral de los problemas que afectan mi labor con los estudiantes.
Tengo la oportunidad de realizar un proyecto que enriquecerá mis debilidades como sujeto y profesor que forma parte de una sociedad que está en constante cambio.
Llevar a la práctica está metodología me da la oportunidad de guiar mi aprendizaje profesional a un ámbito holístico que nunca acaba, solamente cumple un ciclo para empezar uno nuevo. La barrera del aprendizaje dentro de la mentalidad de un maestro no debe de existir, somos parte de una sociedad que evoluciona, nos relacionamos con diferentes alumnos y personas que son parte del proceso de aprendizaje de él, mientras pasa el tiempo las necesidades del mundo son diferentes, los desastres ecológicos, guerras, violencia, nuevas enfermedades que nos invaden, son temas de debate y de interés de la nueva sociedad, el maestro de hoy debe de actualizarse, intervenir para llevar a esta sociedad por un camino diferente, un camino que tendremos que obrar y marcar con nuestras propias manos, porque como los pioneros, seremos los primeros que lo atravesaremos...
“El aprendizaje, en una profesión hecha de relaciones entre personas, no puede entenderse sólo como la adquisición de nuevos conocimientos. Más allá de técnicas y conocimientos, aprender a ser maestro implica afectos, actitudes, imágenes modelos y valores”.