Tres pasos, una caída y te encontré, ya te buscaba, pero no pude hallarte, fracasé y mi vida se ha perdido, no estás y te espero junto a mí, eres mi amigo fiel, ahora ausente, más te llevo presente en mi piel, en mis manos que supieron levantarte cuando todo parecía agobiarte.
Amigo fiel, amigo añorado, la amistad que nos hemos entregado sabe a miel, sabe a hiel, los amigos son benditos, sonrisas y llantos en el sendero de la vida.
Toma de nuevo mi mano amiga, la tienes sin medida. No demores que el camino es corto, y largo el dolor. |