Cuanto pesar me causa este secreto del alma, llevar este amor callado quemándonos las entrañas cambiando un “te quiero vida mía” por un simple “buenos días”.
Cuanto pesar me causa este secreto del alma, verte a la distancia mientras hablan las miradas diciendo “te quiero mucho pero debo permanecer callada”.
Cuanto pesar me causa este secreto del alma, cuando estando frente a frente y al alcance de mis manos tener que voltear la vista para no estrecharte entre mis brazos.
Y contengo el aire; encarcelo al beso que de no estar preso volaría hasta tus labios.
Más cuando la soledad nos cubre y se convierte en nuestro cómplice aquel beso es liberado para posarse en tus labios; y en abrazo somos uno, se acarician nuestras almas.
Aunque sea por un instante.
Autor: Enrique Chávez M.
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