Te extraño hoy más que nunca, pero no diré nada, dormiré con tu nombre en mis labios, deseando que en esta noche, tan fría y callada, mi único abrigo sean tus brazos.
Te extraño infinitamente, extraño lo que fuiste y lo que serás, extraño tu mirada como emblema de aurora y tu sonrisa como atardecer en el mar.
Te extraño y a tus besos en otoño, quiero beberme llorando tu ausencia, correr a ciegas hasta perderme o encontrarte, mermar mi dolor inventando tu presencia.
No me digas que te quise si aún te quiero, si te extraño infinitamente, si te debo este lamento más un suspiro, si mi sangre apenas también te debo, una sonrisa, una lágrima interminable, un corazón enamorado y un latido.
Autor: Joan Quishpe Sánchez
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