Es un crudo sentimiento que de mí se ha apoderado, abarcando cada espacio de mi piel y mi interior, traduciéndose en caricias, besos, pasión y ansias locas que son más grandes que el mundo, al ser más fuertes que yo.
Es candente torbellino de placeres colosales, que elevan mi esencia entera a la gloria y más allá, para atarme y desatarme, siendo todo y siendo nada cuando intensa me abandono a la inconsciencia fugaz.
Es la brisa matutina con brazas de sol naciente, meciendo mi alma errante al vaivén de su canción, que me enreda y desenreda cual bailarín incansable tornando mi sangre ardiente como lava de volcán.
Es todo lo que preciso para sentir que estoy viva, porque palpita en mi pecho con afán el corazón, y si naufrago en la pureza de tu aliento que da vida, me torno digna del cielo por la gracia del amor.
Desconozco el autor
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