El niño herido ...Porque trabajar sobre sí es aprender a auto-criarse, a reparar por sí mismo lo que no repararon los heridores, a mirar el pasado de frente para que, por fin, ya no siga pasando... No mires atrás,maltratado niño.En aquél entonces el tiempo te lastimó. Date ahora tiempo de curarte.No mires atrás. No mires atrás, abandonado niño,abusado, desatendido niño. El rechazo es sal en tus heridas. Tu morada es ir repitiendola deliberada extinción de tu alma. No perpetúes ese daño. Rompe el ciclo,espera,detente aquí. Expresa el paralizante secretoy comienza a regresar a ti mismo. Grita ante oídos compasivos y permítete ser sostenidoen los corazones de tus testigos. La verdad te hará librepero primero te destruirá. Lo que fue roto puede ser reparado,lo que fue perdido, recuperado.Encuéntrate a ti mismo, entonces,puro y entero, un niño de Dios. Mira atrás tanto como sea suficientepara dejar ir al pasado. Por Alla Renée Bozarth ¿Qué va a ser de este niño? ¿Qué será?De ese niño que, cuando era pequeño, miraba a Dios, y siendo adulto se aleja de Él.De ese niño que, siendo pequeño se estremece con las estrellasy, siendo mayor, vive de espaldas a ella. De ese niño que, cuando era pequeño se asombraba ante el Misterioy, al crecer, es duro como la roca. ¿Qué será, de ese niño, que todos llevamos dentro? De ese niño que, cuando era pequeño, hablaba con Dios y, al hacerse adulto, rompe toda comunicación con Él. De ese niño que, cuando era pequeño, tenía como confidente al Señory, al medir metro y medio, lo deja a un lado. De ese niño que, cuando era pequeño, agradecía la mano de Dios y, al subir los primeros peldaños de su existencia, cae en el olvido. ¿Qué será, de ese niño, que todos llevamos dentro? De ese niño que, cuando era pequeño, su cuna era mecida por Dios y, al mirar hacia el futuro, prefiere otros movimientos del mundo. De ese niño que, cuando era pequeño, se retiraba al silencio de una Iglesia y, al hacerse mayor, prefiere los ruidos de las calles y de las plazas. De ese niño que, cuando era pequeño, comía a Dios con ilusióny, al alcanzar la serenidad de la vida, vive sin el pan de la Eucaristía. ¿Qué será, de ese niño, que todos llevamos dentro? Como Juan Bautista; ¿Naceremos para una vida despuntando hacia Dios?Como Juan Bautista ;¿Recorremos desiertos para llenarnos del Señor?Como Juan Bautista; ¿Nos sentiremos pequeños ante el que está por venir?Como Juan Bautista; ¿Sentiremos la mano poderosa de Dios?Como Juan Bautista; ¿Seremos grandes por ser, precisamente, pequeños?Como Juan Bautista; ¿Seremos señales u obstáculos para la llegada del Señor? ¿Qué será, de ese niño, que todos llevamos dentro? Javier Leoz
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