Hoy día, gracias a Internet y las redes sociales,
podemos estar en constante comunicación
con nuestros familiares, amigos y conocidos…
Es genial, incluso podemos comunicarnos
con todos a la vez, pero,
¿hemos pensado bien en qué tipo de
cosas estamos publicando?
¿Conviene compartir tanto sobre nosotras mismas’?
Las redes sociales
están en nuestra cotidianidad y
se han convertido en un boom que nos llena
de mensajes a cada instante:
las fotos de Pepita, los estados de Juanito,
los videos de Sutanita,
los “me gusta” de Andresito y
los comentarios de Estercita…
¡Tanto! Que a veces se nos have difícil no entrar
en la onda de tremenda velocidad y mostramos
nuestra forma de vivir a todos nuestros
contactos sin discriminación alguna.
Compartir en red es saludable.
Mostrar un poco de nuestro ser a aquellos
que se encuentran lejos, compartir nuestros logros,
saber de aquellos amigos que no veíamos
hace tanto tiempo es muy agradable.
Son ventajas muy positivas de tener una vida virtual,
pero no olvidemos que también tenemos otras
actividades al conectarnos a internet, ¿cuáles son?
¿Has reflexionado sobre el uso que
le das a tus perfiles sociales?
Es excelente que quienes te tienen
en estima sepan de ti,
pero esta norma no se aplica
para el resto del planeta tierra:
¿cuántos contactos de tu lista conoces personalmente?
¿Sólo tienes a personas que te interesan?
¿O tal vez agregaste a aquel ser que no te agrada
para hacerle alarde de algo?
¿Quizá aún tienes a tu ex pareja
en tu lista de contactos
con el fin de enviarle mensajes indirectos?
¿Por casualidad dejas tus publicaciones públicas
porque según tú hay alguien que
les revisa en modo incógnito?
¿De pronto quieres conseguir gran
cantidad de suscriptores exhibiéndote?
Podría hacer mil preguntas más,
pero ahora sólo he de limitarme a preguntarte:
¿reflexionas sobre lo que haces en las redes sociales?
¿Te has preguntado por qué haces lo que haces?
No debes “compartir por compartir”.
¿Crees que tu vida es tan poca cosa
como para ponerla en bandeja de plata?
¿Acaso crees que tu existencia es un
producto que se exhibe en una vitrina?
Existen múltiples contrariedades a la hora de
compartir lo que hacemos o dejamos de hacer:
no sólo podemos volvernos absolutamente predecibles,
también puede ser un peligro para nuestra integridad,
nuestra privacidad o para nuestro autorespeto
(sin contar con que quienes publican más de la cuenta aburren,
son un ‘spam’ de personas).
Reflexiona alrededor de tu vida en la red.
Así como reflexionamos a diario lo que nos sucede,
también hemos de preocuparnos por lo que acontece
con nosotras en la red, pues no podemos olvidar
que ésa es una parte de nosotras de la cual
no nos podemos separar, lo que hagamos en la red,
será replicado en nuestra cotidianidad.
© Autor: Lluvia.
Bendiciones!!!
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