Te amé
Tu recuerdo me quema como el sol en la arena, reflejo de otros soles.
Navego en mares viejos para tener el agua que apague tus fogatas.
Abrazada a ese sueño, crisol donde me fundo, ahogaré en él mis esperanzas huecas
para bordar el día con agujas de llanto.
Mi corazón te ha puesto entre cuatro paredes, que resguardan celosas
este amor que te tengo.
Elusivo y extraño, te alejaste llevando el color de mis días.
Ahora, deshechos, rotos, desvalidos y viejos hallaremos refugio
en el callar profundo de fuegos atrapados, en las islas desiertas,
hasta que rojas llamas y perdidas medusas
digan cuándo seremos rescoldo de esos brasas
y cenizas que un viento reunió cuando era tarde.