Cuando en la noche te envuelven las alas de tul del sueño, y tus pestañas semejan arcos de ébano; por escuchar los latidos de tu corazón inquieto y reclinar tu cabeza sobre mi pecho, daría todo lo que poseo...
Cuando se clavan tus ojos en un objeto, y tus labios ilumina de una sonrisa el reflejo; por leer tu pensamiento daría todo lo que deseo...
Cuando enmudece tu lengua, y se apresura tu aliento, y tus mejillas se encienden, y entornas tus ojos negros; por ver entre sus pestañas todo su fuego que brota en mí los deseos; daría, mi amor, todo
Cuanto te espero...
Desconozco el autor
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