Latidos de acero, en pechos de fuego.
Pasos de magnitud 6 en la escala de Richter.
Lágrimas hacia dentro, con sabor a mar.
Directos al abismo, donde se acaba el mundo.
Decidido.
Tú, conmigo.
Yo, contigo.
Así pase el tiempo, sin ti, estoy perdido.
Es el verso definitivo.
El aire de mis pulmones,
la tinta de mis venas…
Y así lo escribo.
D/A