Queremos nacer!

Según el diccionario de la lengua española:"Abortar: parir antes del tiempo en que el feto puede vivir".

En la letra F dice: "Feto: embrión de los mamíferos placentarios y marsupiales, desde que se implanta en el útero hasta el momento del parto".

En la letra E: "Embrión: producto de la concepción hasta fines del tercer mes del embarazo".

En la C: "Concebir: quedar preñada la hembra".

En la P: "Preñada: dícese de la mujer, o de la hembra de cualquier especie, que ha concebido y tiene el feto o la criatura en su vientre".

De estas definiciones podemos sacar varias conclusiones a gusto de cada interés personal.

El embrión, como dicen algunos, no es un cuajarón sin importancia, es el principio del feto, de la criatura, de una vida.

Pero el diccionario no puede decirnos gran cosa sobre la interpretación de un tema tan crucial, desde el punto de vista moral y científico.

Desde intenet he sacado la información que expongo sobre este tema, tan importante en todo tiempo.

Varias organizaciones proabortistas se han confabulado para promover el aborto a nivel mundial por medio de la llamada "anticoncepción de emergencia”"que consiste en el suministro de píldoras anticonceptivas o en la colocación de un dispositivo intrauterino poco después del acto sexual con objeto de impedir el embarazo. En realidad este método no constituye un acto anticonceptivo, sino un aborto, por cuanto lo que se impide es la implantación del óvulo fecundado, es decir, del nuevo ser humano, en el útero de su madre.

Omito otros pormenores sobre los abortos autorizados por la legislación que se llevan a efecto en cliacute;nicas, especializadas en el aborto provocado, por la crueldad que suponen. Quienes estén interesados en el tema se pueden informar en la numerosa información que aporta internet, de varias fuentes e ilustrada con numerosas fotografias

Muchos jóvenes se imponen una disciplina severa sobre su alimentación con objeto de mejorar su estética y su salud, realizando su vida amorosa con un comportamiento anárquico, divulgado ampliamente por los servicios informativos y publicitarios. Se olvida el compromiso moral de tratar con verdadero interés el sexo que es origen de la vida.

Vamos al Catecismo: "La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción... El aborto directo, es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral..

De la Encíclica " El Evangelio de la Vida" del Papa Juan Pablo II. ...La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin, Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término: nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo directo a un ser humano inocente ....a veces la eliminación de la vida inicial naciente o terminal se enmascara también bajo una forma malentedida de altruismo, y piedad humana, no se puede negar que semejante cultura de muerte, en su conjunto, manifiesta una visión de la libertad de los más fuertes contra los débiles destinados a sucumbir.

El estado ha abdicado su función primordial como protector del derecho a la vida. Se ha convertido en protector del aborto...

Ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia, que va desde la concepción al nacimiento.

El aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Las leyes de este tipo no sólo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligacioacute;n de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia.

Quiero imaginarme el grito de toda la humanidad dirigido a nuestras madres:

"¡GRACIAS MADRE POR MI VIDA, QUE DIOS TE DE LA FELICIDAD QUE MERECES POR HABERME QUERIDO! "
 
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Serás un hombre
Si puedes ver destrozada la obra de tu vida, y sin decir una palabra ponerte a rehecerla;

o perder, de un solo golpe, lo que ganaste en cien batallas,
sin hacer un gesto ni lanzar un suspiro;

si eres capaz de amar sin enloquecer de amor, si puedes ser fuerte sin perder la ternura, y al sentirte odiado, luchar y defenderte, sin devolver el odio;

si consigues meditar, observar y conocer, sin hacerte excéptico o un amargado,
soñar sin que los sueños te dominen, pensar sin ser más que eso, un pensador;

entonces los reyes, los dioses, la suerte y la victoria serán siempre
esclavos a tu servicio y, lo que es mejor que los reyes y la gloria,

serás, hijo mío, un hombre.

R. Kipling
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