LA POBRE
Soy tan pobre, tan pobre,
que no tengo ni madre.
Soy tan pobre, tan pobre,
que no tengo a nadie.
Que no tengo ni abrigo
que llevarme a los hombros.
No tengo ni belleza
que llevarme a los hombres.
Soy tan pobre, tan pobre,
que no tengo ni labios
que llevarme a la boca.
¿Tenéis una mirada de ternura?
¿Os sobra algo de vino de la copa?
¡Un poquito de pez,
que tengo hambre...!
Aunque sólo sea una mirada,
soy tan pobre, tan pobre,
que no tengo una sábana blanca...
pero si no la tengo no te vayas.
No tengo un hombro donde llorar a gusto.
No tengo un hombre donde zurcir palabras.
Unas manos, por caridad,
para las mías largas,
que tengo el corazón enfermo
y no tengo que darle ni una cucharada.
GLORIA FUERTES
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