UN ADIÓS
Siento en el umbral de tu sonrisa que marca la hora de un reloj extraño
Y miro sin advertencia que tú huyes hacia lo inconmensurable,
Tus pies parecieran que aletean en el aire que te lleva hacia lo etéreo
Mi piel siente que estas tan lejos de mi sonrisa y mi llanto
Llanto que mancha las olas de tu litoral adormecido ¡cuánto he sufrido!
Cuanta pena sin gozo, cuanto poco de amor me has dado
Sentía rosar por mis mejillas tu melifluo beso que se ha perdido
En la efervescencia de tu olvido
Marcando más la distancia, en el tiempo y en el espacio de tu
Ingrata y cruel felonía, pensaste que las olas del olvido no marchan
en el huracán que arrasa mis sentimientos, tal vez pasivos e insensatos a tus requerimientos
Hoy te digo adiós más el umbral de tu sonrisa seguirá marcando la hora de un reloj extraño
Será aquel fuego poco encendido de llamas tenues y a veces silvestres las que queman el alma cayendo como rodajas de cascaras quemadas, las mejillas empapadas deslucidas por gotas de tristeza
Cargando en sus hombros las palabras arrancadas del árbol de hojas caídas y a solas desgranaré tu nombre que se irá deslizando hasta alcanzar lo inconmensurable y allí se quedara entre regaño y olvido para no tener en mi memoria lo vivido.
Adiós, adiós y adiós. AUTORA ADBELU