EL NUEVO JUGUETE
Cuantas veces se culpa a la conciencia de los malos actos. Esas voces
internas que nos consumen y que nos hacen incluso llorar.
Carlitos era un chico retraído, normalmente medicado por sus padres para combatir su
síndrome del niño mal atendido. Su casa aparentaba ser el hogar perfecto y no mucho
menos la presencia de sus padres.
Muy alejados de los problemas de su hijo, el egoísmo (como pensaba Carlitos) les
hizo pensar en otro integrante mas para la familia.
Así, el transcurso de un embarazo lleno de cuidados y mimos se cumplió, dándole a
Carlitos a finales del noveno mes la buena noticia de un nuevo hermanito.
La llegada del nuevo inquilino a la casa fue anunciada con bombos y platillos. La
alegría inundó la casa.
Pero en uno de los rincones de la casa, debajo de la alacena, se encontraba triste y
rabioso Carlitos, el lugar de los ratones, le llamaba.
Una presencia que enturbiaba su joven mente le incitó a "jugar" con su nuevo hermanito.
La cuna se veía tan tentadora de cruzar. Armado con un pica hielos se dispuso a
visitar a su fraterno mientras los adultos celebraban la buena nueva en la sala de estar.
Para este momento la noche ya había cubierto al barrio. Que mejor cómplice y
escondite que las sombras y cortinas de la habitación de su hermanito.
La misma voz que lleno de ira a Carlitos volvió a aparecer, ensuciando sus oídos con
crueles palabras.
Carlitos cruzó la reja de la cuna, moviendo la colchoneta e inquietando al bebe...
El llanto del recién nacido se hizo presente pero muy
inteligente Carlitos con un desliz activo el móvil que hizo irradiar sonrisas al pequeño.