No estás
y las ventanas de mi alma, se deshacen en vidrios rotos,
y caen en la acera a pedazos crujientes,
miran el horizonte negro azabache de tu ausencia,
lloran los quejidos de la soledad.
Ya se deshacen en agujeros diminutos,
los últimos recodos de esperanza,
¡Mira! como se pintan de humo gris los rayos de la alegría.
¿Qué gotas de amor no se han consumido ya, por ti?
No estás vida mía,
sol de mi alegría,
y el alma vaga solitaria, errante.
¿Cuándo vendrás a mí?
¡Huele a vacío sin ti¡...
Quiero soplar las plumas de tus recuerdos al aire
¡Que se vayan por fin¡
pero empecinadas regresan otra vez.
Ni bien te olvido,
te empiezo a recordar.
El elixir de olvido ¿Alguien me lo podría regalar?
No estás amor
y mariposas negras desoladas
aletean en mi destino.
Quieren llorar conmigo
Acompañarme en mi desconcierto,
No me dejan ir.
Y revolotean constantes en los jardines de tu ausencia.
Soy un pobre pintor solitario
y sin rumbo,
La inspiración se esfumó,
los pinceles se corrieron, sin ti,
soy naturaleza muerta si no estás.
Ven amor
¡Ven ya , por favor!
Regálame el último tallo de vida,
regálame los olivos de la felicidad perdida.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú