Golpes e insultos bajaron tu autoestima,
sin importar tu herido corazón te lastiman,
hermosa mujer naciste para ser amada,
respetada, valorada, para procrear,
elegida y amada por Dios somos.
Sin piedad desdicha y hostilidad sufres,
enamorada a este ser despiadado te uniste,
nostalgia permanente hay en tu mirar,
apagando el refulgir de tu alma,
desconfiando quien te va salvar.
Crueldad, maltratos, fiereza,
maldito sentimiento de un cobarde,
que olvido de donde vino,
acumuladas tus ansias de amar,
se perdieron en este cruel torbellino.
Cada día te cubre la sombra de terror,
saturada al olvido sobrevives,
se agostaron tus ansias,
resignada aguardas la calma.
Mujer delicada rosa, el divino custodia
tu ser, dedico mis versos para tu atribulado
corazón en la quietud de mi sentir,
unida al grito de no a la violencia,
basta de maltratos.
Martha Córdova Chacón.
Lima-Perú.
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