o que permites que viva en tu corazón, lo que guardas en tu mente, lo que persigues con tus pensamientos, son semillas que crecerán en tu vida y producirán cosas como ellas mismas.
a mente debe resguardarse de la amargura, de los celos, del odio, de la envidia y de los pensamientos no caritativos; de todo aquello que la limite, de otra manera se volverá ineficiente y no funcionará bien, y también ocurrirá una pérdida de paz mental.
ualquier tipo de discordia, ya sea que se exprese mediante el sufrimiento, enfermedad, pobreza, fracaso o infelicidad, simplemente significa que uno no está en armonía con su mejor yo, que uno no armoniza con su divinidad.
Todos los pensamientos que sugieren debilidad, fracaso, infelicidad o pobreza son destructivos, negativos y deprimentes. Son nuestros enemigos. Detéctalos cada vez que intenten entrar en tu mente. Evítalos como lo harías con un ladrón, pues eso son, ladrones de nuestro confort, de nuestra armonía, de nuestro poder y de nuestro éxito y felicidad.
uando sufres por el miedo o la preocupación, puedes estar seguro de que has creado algo con ese poder sobre ti, de otra manera aquello no podría haber ganado tal dominio. El mismo hecho de que sientas miedo muestra que has establecido entre tú y él una relación que podrías romper sólo si supieras cómo aplicar tu química mental. Cada vez que te sientas infeliz, preocupado, triste o perturbado, la causa está en algún veneno mental, al cual debe ser fácil aplicar el antídoto, tan fácil como destruir el fuego con el agua.
eberá haber buena voluntad en el corazón o, si no, no podremos trabajar con nuestras manos ni con nuestra cabeza.
Nadie puede ocultar odios secretos, resentimientos, celos ni sentimientos de venganza sin dañar seriamente su propia reputación. Mucha gente se pregunta por qué no es popular, por qué no le gusta a los demás en general, por qué no tienen cabida en su comunidad, cuando en realidad esto se debe a sus vibraciones amargas, vengativas y discordantes.
n cambio, aquellos que emanan pensamientos agradables, solidarios y llenos de amor, aquellos que sienten amistad por todos y que no tienen amargura, odio o celos en sus corazones son atractivos, solidarios y luminosos.
La humanidad alcanzará la cima cuando haya aprendido a tomar la actitud mental correcta hacia sus congéneres. Llegará el día en que será mucho más fácil hacer el bien que el mal, en que la gente cumpla al pie la Regla de Oro, pues ella producirá armonía y bienestar universal.
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